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Alarma: sólo el 23% de los cordobeses usa preservativo

Alarma: sólo el 23% de los cordobeses usa preservativo

El 77% restante, no lo utiliza o lo emplea eventualmente. En ese contexto, la sífilis, una infección que estaba casi fuera de circulación, vuelve a tener prevalencia. La negación a «autopercibirse en riesgo» y la importancia de la educación sexual integral.

“Si uno pregunta, todos asumen que el preservativo es importante y está bárbaro usarlo, pero cuando llega el momento, no todos lo hacen”, dice Diosnel Bouchet,responsable del Programa de VIH e Infecciones de Transmisión Sexual en Córdoba. Es médico infectólogo, trabaja en el hospital Rawson y hace un paréntesis en su descanso para hablar con La Nueva Mañana sobre los datos que dejaron las más de 12.700 personas que accedieron a test rápidos de VIH en Córdoba, dentro del programa “Circuito de Laboratorio” y respondieron a la encuesta sobre el uso del preservativo.

Solo el 23% de las personas dijo que usa siempre el profiláctico pero si se presta atención al resto, los que nunca usan y los que solo a veces, se puede traducir que de la muestra, casi el 80% de las personas hace un “uso inconsistente” del preservativo. “Ello explica un fenómeno que no solo es local sino regional y de hecho mundial que es, por distintas razones, el aumento de las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS)”, explica Bouchet.

En ese incremento de las infecciones, llama la atención la prevalencia de la sífilis, “una infección ‘muy vieja’ para la cual hay tratamientos altamente efectivos y test de detección muy sensible desde hace mucho tiempo, entonces, visto así, no tendríamos que tener sífilis”, aporta Gabriela Barbás, bioquímica especialista en virología y directora del Laboratorio Central de la Provincia.

La tasa de casos de sífilis reportados en varones y mujeres jóvenes y adultos se triplicó entre 2013 y 2017 pasando de 11,7 a 35,2 por 100 mil habitantes y “la proporción de positividad en las pruebas de rutina que se les realizan a las mujeres embarazadas pasó del 2% al 3,2% en el mismo lapso”, revela el informe oficial de Salud y Desarrollo Social de la Nación, a nivel país. A su vez, la cantidad de casos de niños y niñas con sífilis congénita está aumentando año tras año.

Alarma: sólo el 23% de los cordobeses usa preservativo
“Si uno pregunta, todos asumen que el preservativo es importante y está bárbaro usarlo, pero cuando llega el momento, no todos lo hacen”, dice Diosnel Bouchet (Foto: gentileza El Diario Villa María)

El VIH, presente en una población cada vez más joven

Respecto al VIH, el informe indica que uno de los datos más relevante es que el 98% de las personas se infecta través de relaciones sexuales en las que no utiliza preservativo, por lo que el panorama sobre esta afección tiene también que ser puesto en el contexto general de ese importante aumento de las ITS.

Al principio, Córdoba Capital era la región predominante con casos de VIH, le seguía Río Cuarto y después Carlos Paz, y más atrás el departamento de San Martín, “pero con el correr del tiempo se vio un aumento ostensible en la población de mujeres, justamente en departamento de San Martín, en particular en Villa María, que comenzó a crecer y superó a los demás departamentos, inclusive al departamento Capital”, indica Hugo Roland, infectólogo y fundador del Programa Provincial de VIH.

En cuanto a la edad de las personas que conviven con el virus, si bien no está específicamente circunscrito, se estima que es entre los 25 y 40 años.  Sin embargo, “en este momento arranca mucho más temprano, entre los 15 y 25 años por lo que es el rango etario más afectado”, aporta César Collino, bioquímico del hospital Rawson y especialista en el monitoreo de pacientes ya diagnosticados.

“Cuando uno ve eso, entiende que es necesario bajar esto al nivel de una educación sexual integral, no solo a nivel secundario, sino también primario. Obviamente, con diferentes abordajes que se puedan hacer de acuerdo a la edad de la personita en ese momento”, agrega Collino.

Gonorrea, clamidia -que en general no tiene síntomas- y las infecciones supurativas son parte también de esa lista, que se puede evitar con una práctica tan simple como el uso del preservativo al momento de un encuentro sexual. Se trata de un insumo gratuito, de fácil acceso, una barrera de protección para salud personal.

En Córdoba se distribuyeron durante 2018, más de 3.500.000 preservativos y este año se solicitó un 30% de aumento a la Nación. Incluso, en el momento que hubo restricción en la partida del Estado nacional, la Provincia cubrió el faltante para que hubiera disponibilidad, en el marco de una política estatal para atender a la prevención y promoción. Sin embargo, ¿a qué responde esta conducta social de no usar siempre preservativo?. “Es multifactorial”, responde Bouchet.

Alarma: sólo el 23% de los cordobeses usa preservativo
Ilustración: Daniel «Pito» Campos, para La Nueva Mañana.

El encuentro sexual no programado sin condón y el “varón latino”

“Uno de los principales temas es la accesibilidad de insumos, los preservativos son gratuitos y siempre hay disponibilidad pero se retiran de los centros de salud, están en las salas de espera y no tienen límite, pero muchas veces la gente no tiene tiempo para ir a retirarlos. Lo cierto es que la opción en la rutina es que la gente los compre. Sin embargo, el Colegio de Farmacéuticos de Córdoba, desde marzo a esta parte viene advirtiendo que venden cada vez menos a partir del aumento del costo. Una cajita de tres preservativos tiene un precio elevado y mucha gente no puede pagarlo”, detalla el médico infectólogo del Rawson y agrega que la otra causa que se estima “es falta de previsión” porque hay una tendencia a encuentros sexuales sin programación, sin estar en un contexto de una organización de pareja, entonces, en un encuentro casual donde no hay tiempo para la prevención, tampoco se usa preservativo.

“Hay un tema con el varón latino que implica que la mujer se empodere para exigir el preservativo porque si va a esperar a que él se lo coloque por motu propio, va a ser lenta la cosa”, describe Bouchet y destaca que en este continente se tiene el concepto de que el profiláctico disminuye la sensibilidad, “pero nosotros decimos que por el contrario, los factores que amplifican la calidad del encuentro sexual son más que los depresores”, puntualiza el médico y agrega que también “hay una pérdida de autopercibirse en riesgo”.

“La disponibilidad del momento, la banalización de los encuentros sexuales,limitados a encuentros no programados, y algunos falsos conceptos del preservativo, creo que son causas que relajan el uso del mismo, pero claro, son cuestiones que requieren estudios más profundos para entender concretamente por qué ocurren estos comportamientos en la sociedad”, puntualiza el médico especialista.

“Otra razón que puede explicar que la gente se haya relajado en el uso del preservativo es porque el VIH ya no genera el miedo que hace algunos años atrás”. La medicina hizo un avance muy importante al lograr convertirlo en una enfermedad crónica. Ya lo mortal no está, y ‘a la hora de los bifes’, lo otro se verá.

“El preservativo es un insumo que aumenta la comunicación de la pareja, forma parte de la previa, es decir el ‘yo lo compro’ o ‘vos me lo colocás’, puede formar parte del erotismo también”, dice Bouchet y detalla: “Es higiénico, es anticonceptivo, previene las ITS y sobre todo ayuda a tener calidad de vida”.

Alarma: sólo el 23% de los cordobeses usa preservativo
«En el incremento de las infecciones ITS llama la atención la prevalencia de la sífilis, una infección ‘muy vieja’», comenta Gabriela Barbás.

La ESI y la importancia de la formación y la conducta

En el contexto del aumento de las ITS, el no uso del preservativo es indistinto del nivel educativo formal que tiene una persona. El caso de infecciones, se da tanto en universitarios como en personas con primaria incompleta.

“La información aún de máxima calidad, no siempre es formación y la formación no siempre se traduce en una conducta. Por ejemplo, los estudiantes de psicología o de medicina, que tienen dos módulos de VIH en su carrera, deberían ser quienes no tienen infecciones o tasas muy bajas y sin embargo, tienen tasas de niveles, a veces equiparables a niveles socioeducativos más bajos”, ilustra Bouchet.

La reticencia de muchos al uso del preservativo “es independientemente del nivel de instrucción de las personas; es por ello que se plantea la importancia de la Educación Sexual Integral (ESI). Hay que seguir trabajando en los colegios y en la comunidad en general para que la gente tenga la autonomía de poder elegir tener una vida íntegra y sana utilizando el preservativo”, explica Barbás.

“Ahora cuando la vida sexual es más larga, es importante también trabajar con las adultos de más de 50 años, para el uso adecuado del preservativo porque no tuvieron educación sexual integral. A su vez, los adolescentes son uno de los pilares para enfocar y trabajar. Nosotros desde Salud hacemos muchas actividades con Educación y Desarrollo Social para trabajar en un problema no solo cordobés, sino regional. Para nosotros lo importante es ver qué hacemos acá en Córdoba para combatir eso”, precisa la directora del Laboratorio Central de la Provincia.

Por su parte, el médico infectólogo Hugo Roland destaca que la principal acción de prevención es la educación sexual a edades tempranas: “Para esto se sancionó la ley de Educación Sexual Integral (ESI), pero el problema que tiene es su implementación, donde muchos adultos, sobre todo en escuelas confesionales, se oponen a ella. En lugares donde sí se aplica, los jóvenes debutan sexualmente más tarde, y tienen una sexualidad mucho más controlada, más responsable. Este es el resultado de la educación. En cambio, el silencio y la negación, por el contrario, tienen otro efecto”.

En esa línea, Collino explica que si uno habla con naturalidad de estas cosas desde el primer año del secundario, se hace un acompañamiento sostenido y claro. “Como un tema no tabú, sino como un algo clave de lo que está pasando en la sociedad”, dice el bioquímico y agrega que al educar, “un joven cuando empieza a transitar por este camino de la actividad sexual puede decir ‘yo sé lo que pasa si tomo alcohol, sé lo que pasa si tomo drogas, y yo sé lo que pasa si tengo sexo desprotegido’. Esa es la idea y la importancia de la educación sexual integral”, cierra.

Fuente: nota de Miriam Campos, publicada en La Nueva Mañana

 

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