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China, vista con ojos de un altagraciense

Dicen que el hombre debe reflejarse en el paisaje en donde vive. O al menos aquel sitio por el que transita. Por ello, a la experiencia personal que Mauricio Balocco está viviendo en China representando a la Fundación Natura, le sumamos una riquísima charla que AGNoticias mantuvo con el ambientalista, sobre sus impresiones personales sobre China y sus habitantes.

«Hace diez días que estoy acá y he vivido tantas cosas que me cuesta resumirlas. Es una experiencia que me sorprende minuto a minuto. La cultura, la sociedad, la filosofía de la gente», comienza contando Mauricio.

Mauricio Balocco está en China y disertará sobre la Reserva El Amanecer, de nuestra ciudad.

China no es un país sencillo de leer desde lo político. Balocco cuenta: «China es un país comunista, pero es el comunismo más capitalista que puedas ver en tu vida. Son consumistas de todo, son tecnológicos, se mueven en vehículos de altísima gama. El costo de vida es similar al nuestro, pero se gana mucho más. China, en diez años, logró igualar la cantidad de empresas y corporaciones que tiene Estados Unidos. Si a esto se le suma la disciplina que tienen, la tecnología, lo trabajadores que son, por tener objetivos claros, uno se explica por qué China es uno de los países que manejan el mundo».

La pregunta es ¿y cómo es la gente por allá?. Mauricio dice: «Es muy amable, simpática, respetuosa. Pocos hablan el inglés, y nadie habla español, olvídate. No les importa hablar en inglés o español. La gente que viene acá tiene que adaptarse a hablar en chino».

El ambientalista de nuestra ciudad sigue tirando impresiones sobre la vida en el gigante oriental: «El costo de vida es similar a Argentina. Cuestan lo mismo las cosas, comer, hospedarte. La diferencia es que un maestro chino gana un equivalente a 50 mil pesos nuestros».

Sobre las costumbres de los chinos, hay mucho que contar: «La gente no tira basura en la calle, cede el paso. Medita en la calle, en un banco de plaza. Son budistas, pero se respetan las creencias de todo tipo. Es gente muy respetuosa. Eso si, desde el gobierno bajan línea constantemente acerca del orden. En la propaganda en la tele, de diez publicidades, siete son del gobierno,  y de esas siete, seis son del ejército. Son muy castrenses», dice Balocco, quien agrega: «Respetan mucho a los chicos, y sobre todo a los ancianos. Respetan todo menos a los animales, porque para los budistas, los animales están para que el hombre lo utilice como sea, sin ningún tipo de compasión».

El transporte en las ciudades chinas da que hablar: «Hay colectivos, taxis y todos se mueven en autos. Autos de altísima gama como Mercedes Benza, Land Rover, y ese estilo, y luego muchas, pero muchas motos eléctricas. Son chicas, no hacen ruido, no contaminan. Cuando se les acaba la carga de la batería, paran en un kiosco, mientras toman algo, la enchufan con un cargador de celular y en 15 minutos siguen viaje. Todo el mundo anda en esas motitos y en bicis eléctricas. No vas a ver una sola moto que haga ruido. El único problema es que van a mil por las veredas, sin casco y con el celular en la mano jugando o hasta haciendo apuestas. Paran en un semáforo y se ponen a jugar al póker con los celulares. Increíblemente, no hay accidentes. No he visto uno solo en todos estos días».

Muchísima gente de moviliza en pequeñas motitos eléctricas.

Esta respuesta nos dio pie para preguntar sobre la tecnología que Balocco pudo apreciar en China, y el uso que le dan. Esto dijo: «Instagram, Facebook y wasap están bloqueados en China, pero con el celular los chinos hacen de todo: hablan, chatean. Tienen un whatsapp propio que es el wechat, y con él se comunican, pagan cosas, asocian la cuenta con una tarjeta de crédito y pagan con el celular, ya sea en el supermercado, alquilan bicicletas, pagan los taxis, boliches, todo lo pagan con el celular. Si vas por la calle y llueve, hay sitios donde alquilan paraguas. Y el alquiler lo pagan a través del celular, por centavos. Usás el paraguas y luego lo dejás en otra estación de paraguas. Lo mismo pasa con las bicicletas, que las que ves, son todas alquiladas y pagadas con tarjeta a través del celular».

No podíamos dejar pasar preguntarle por la comida. ¿Qué se come por allá? «Acá en China la gente en el supermercado compra tortugas vivas, peces vivos, langostas, sapos vivos. Todo en una bolsa, o de la pecera, donde meten la mano y la sacan. Obvio que no todos comen eso, pero hay muchos que lo hacen. Por lo demás, la comida acá, para nuestro paladar, es picante y aceitosa».

En un supermecado chino se encuentra hasta lo menos esperado.

Mauricio Balocco, que continúa en China (ahora en la ciudad de Shangai) participando del Congreso sobre humedales, aves migratorias y políticas de conservación y remediación de suelos, deja una última reflexión acerca de lo que ve la sociedad china en estos días observándolos y conviviendo con ellos: «Acá no se habla de tolerancia, simplemente todos se respetan. Hay una convivencia en armonía».

 

 

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