Vecinos de Villa del Prado desmienten la asistencia que informan las autoridades de la comuna y aseguran «no recibir ninguna asistencia». Desde hoy, comenzaron con una serie de cacerolazos a las 19 hs. Vecinos de Villa del Prado desmienten la asistencia que informan las autoridades de la comuna y aseguran «no recibir ninguna asistencia». Desde hoy, comenzaron con una serie de cacerolazos a las 19 hs. Vecinos de Villa del Prado desmienten la asistencia que informan las autoridades de la comuna y aseguran «no recibir ninguna asistencia». Desde hoy, comenzaron con una serie de cacerolazos a las 19 hs.
La comuna de Villa del Prado se encuentra resguardada desde el día viernes, luego de que el COE Central restringiera sus accesos. Esta situación, generó que vecinos de la comuna no puedan salir ni entrar del lugar; imposibilitando -entre otras cosas- el abastecimiento. A raíz de esto, autoridades de la comuna coordinaron medidas para evitar la falta de insumos en la comuna pero vecinos denuncian que «no están recibiendo ninguna asistencia».
A través de un comunicado difundido en las redes, lo ciudadanos denuncian las siguientes situaciones:
- «No se ha tomado ninguna medida que resguarde la salud de los vecinos»
- «No hemos contado con controles de cumplimiento de aislamiento, como sí ocurrió en otras comunas»
- Y en cuando a los módulos alimentarios prometidos, vecinos aseguran que «No se ha recibido la provisión de módulos alimentarios». Y en este apartado, los vecinos agregan que los bolsones que ha entregado la comuna son del programa PAICOR. Además denuncian que el personal del ejército se hizo presente para entregar algunos módulos, pero que la distribución no fue realizada según las necesidades. Sino que la entrega fue «a dedo», según dichos de los denunciantes.
«El desinterés por asistir y contener a la población ha generado el enojo masivo por parte de los vecinos», explica el comunicado. Es por esta razón, que hoy a las 19 horas se llevó a cabo el primer cacerolazo que tiene como fin denunciar esta situación de supuesto desamparo.
Por Belén Altamira