El reconocido laboratorio farmacéutico, ELEA, pidió aplicar un procedimiento preventivo de crisis ante la «fuerte caída en las ventas» y la «elevada exposición de deuda en dólares». Esta decisión pone en peligro a los 1.200 empleados que trabajan en la planta quienes podrán sufrir suspensiones mientras que, según estimaciones un 10% será despedido.
La situación generó una inmediata sorpresa ya que en 2017, la empresa ELEA había decidido expandirse mediante la compra de Phoenix. Pero en el mercado sostuvieron que, tras esa operación, la fuerza de ventas quedó sobredimensionada en comparación con otros laboratorios del mismo tamaño. Según los planes de la compañía encabezada por Luis Gold, Daniel Sielecki y Hugo Sigman, la mayoría de los despedidos serían visitadores médicos.
Como justificación ante el Ministerio de Producción y Trabajo, la industria de medicamentos demostró que en los últimos tres años ha padecido balances negativos. De esta manera, el organismo nacional coordinará una audiencia para tratar el pedido.
ELEA se suma a las 30 empresas que ya han solicitado este procedimiento en lo que va del año; las últimas fueron Fate y la embotelladora Coca Cola Femsa
