Desde el pasado sábado, la cárcel es el nuevo hogar de Jeffrey Epstein. La historia de este magnate cuya fortuna e influencias parecen liberarlo de penas de cárcel más graves.
Las amistades de Epstein, como el ex presidente de Estados Unidos Bill Clinton y el actual presidente estadounidense Donald Trump, no pudieron evitar la inminente detención por el FBI cuando regresada de vacaciones por el continente europeo.
El multimillonario está acusado de presuntamente traficar, explotar y abusar sexualmente de niñas, incluso pagarles para que busquen a otras adolescentes.
El gestor de fondos se declaró no culpable, pero los fiscales pidieron al juez que siga en prisión, hasta que se lleve a cabo el juicio, por el elevado riesgo de fuga. Puede ser condenado a 45 años de cárcel.
Sin embargo no es la primera vez que se enfrenta a la justicia por cargos similares. En el año 2008 se sentó ante el tribunal por abusar sexuales de varias adolescentes en su mansión de Miami. Epstein siempre sostuvo, a modo de liberarse de tales cargos, que él creía que todas eran mayores a 18 años y que el sexo era consentido.
Las jóvenes que lo llevaron ante la justicia en ese entonces tenían entre 14 y 16 años cuando sucedieron los hechos. El magnate logró eludir los cargos federales mediante un polémico acuerdo con la fiscalía: aceptaba 13 meses de cárcel y ser inscripto en el registro federal de delincuentes sexuales.
De este modo logró librarse de lo que podía ser una condena a cadena perpetua por llevar, en su avión privado, a menores a sus fiestas con fines sexuales.
Entre los fiscales involucrados en aquel acuerdo estaba Alexander Acosta, quien es ahora Secretario de Trabajo en la administración Trump.
Según la extensa búsqueda del medio internacional Miami Herald, en donde se analizaron documentos, mails y pruebas de la investigación federal, se determinó que las niñas procedían en su mayoría de entornos desfavorecidos y les prometía financiarles la universidad o impulsar sus carreras en el mundo de la moda.
Aparentemente, Epstein les pagaba dinero a cambio de un masaje en su residencia, ofrecimiento que en la mayoría de los casos acababa en algún tipo de abuso sexual.
En 2005 se destapó este caso, cuando los padres de una de las menores erradicaron una denuncia frente a la policía de Palm Beach acusando a Epstein de haber abusado de su hija en su casa.
La adolescente de 14 años contó lo ocurrido e identificó a otras dos menores que estaban en la casa ese mismo día, que a su vez identificaron a otras.
Antes de que la policía de Florida elevara el caso al FBI ya habían identificado tres decenas de posibles víctimas, según el Miami Herald.
Jeffrey Epstein es un multimillonario, inversor de éxito y con relaciones importantes dentro de la esfera política y económica estadounidense, empezó su carrera como profesor de matemáticas y física en una escuela de renombre de Nueva York.
En 1976 ingresó en el banco de inversiones Bear Stearns, por la recomendación del padre de uno de sus alumnos, allí ascendió hasta convertirse en socio de la firma, donde tejió su red de contactos de las personas más adineras de EE.UU.
Gracias a las recomendación a sus clientes ricos sobre ciertas transacciones que tenían ventajas tributarias, el millonario lanzó en 1982 su propia firma de inversiones: J. Epstein and Co
La firma solo acepta clientes con activos que superen los US$1.000 millones. El único nombre conocido entre sus clientes es Les Wexner, el fundador de la marca de ropa The Limited, que agrupa marcas como Victoria’s Secret o Bath & Body Work.
«Conozco a Jeff desde hace 15 años», dijo Donald Trump hace unos años cuando aún no era presidente de Estados Unidos.
«Es un tipo estupendo. Es muy divertido estar con él. Se dice incluso que le gustan las mujeres hermosas tanto como a mí, y muchas de ellas están entre las más jóvenes».
Fuente: BBC Mundo y El País
