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Editorial

Fuego cruzado en un Concejo con clima tenso

La movida judicial promovida por Urreta, mojándole la oreja a la tibieza radical dejó en un momentáneo silencio de respuesta a los ediles de la oposición. «No vamos a hablar, hasta que conozcamos los pormenores de la denuncia. Igual, ésto no cambia nuestra idea de ir por los canales judiciales, como veníamos diciendo», dijo off de record uno de los ediles boinablanca.

La realidad es que los radicales hace rato vienen amagando con una denuncia penal que no concretan ya sea por ausencia de fundamentos reales, o por falta de decisión política. Habrá que ver si ahora, el escenario que cambió hace que aceleren las cosas, o frenen definitivamente sus intenciones.

«De Urreta no nos sorprende nada». La frase, paradójicamente pudo escucharse tanto de boca de concejales radicales como de ediles del oficialismo. Y esto también es una fotografía actual del Concejo. El ex Secretario General presenta proyectos elaborados por él  mismo, hace denuncias a título personal, y actúa como si fuera miembro de una unipersonal tercera bancada, más allá que -al menos hasta ahora- a acompañado y muchas veces defendido los proyectos del oficialismo.

¿Será que debiéramos ir acostumbrándonos a la pirotecnia cruzada de un año pre electoral? Mientras tanto, ayer en la sesión del Concejo el aire podía sentirse bastante denso, con concejales que de lejos se notaba que se contenían de decir en la cara algunas cosas y otros que elegían no responder a invitaciones a la discusión.

En una ciudad donde los fuegos de artificio están prohibidos por ordenanza, algunos de los ediles eligieron el camino de la bombas de estruendo. Aunque por ahora, sean puro humo.

nakasone