«La idea, el proyecto es ir recuperando los espacios públicos para los vecinos», dijo durante su discurso de ayer lunes por la tarde el intendente Facundo Torres al dejar habilitado el nuevo adoquinado y la plaza de calle Catamarca.
Y no era para menos. Las cinco cuadras que unen el Convento de las Carmelitas Descalzas con el Puente del Ancla lucen diferentes. Desde ayer, el adoquinado le cambió la cara al lugar y tiende un nexo de comunicación entre el Alto y el arroyo.
Pero el lugar elegido para el corte de cinta no fue al azar. Se escogió la nueva placita que ahora tiene el sector. Ubicada en lo que hasta hace algunas semanas era un micro basural y un sitio lleno de yuyos, y hasta peligroso.
Hoy, es una plaza diseñada con conceptos que apuntan a lo natural, con troncos, juegos para niños, bancos y adecuado para que sea disfrutado por la familia. Una obra que se complementará en días más con un puente sobre el arroyo en el balneario de Las Higueritas y la parquización del lugar.
Técnicamente, la obra consta de un total de 550 metros lineales, 4485 metros cuadrados de pavimento articulado, completando 5 cuadras de adoquinado sobre calle Catamarca que va desde Viena hasta Madero; en la plaza se construyeron juegos de madera, bancos de hormigón, bebedero, cestos de residuos, senderos internos y materialización de la vereda con adoquines; en la calle, reductores de velocidad y un badén de hormigón con descarga al arroyo. También se realizó la obra de iluminación con 17 nuevas columnas led de 100w.
En el acto, estuvieron presentes, además de Torres, Juan Saieg y la plana mayor del gabinete, muchos vecinos de la zona. El propio intendente destacó la labor realizada por las áreas de Infraestructura y de Servicios Públicos de la municipalidad de Alta Gracia en la obra inaugurada.
