“Con tanto control, van a matar la noche”, se quejan algunos cuyos intereses están puestos, precisamente, en el negocio que mueve la actividad nocturna. “Estamos hartos de picadas en plena calle, gente borracha y escapes sin control”, protestan a diario los vecinos de distintos sectores de la ciudad. Y es que en este tema también juega la doble moral que solemos tener. Reclamamos orden… pero nos molesta si nos controlan.
Desde la Municipalidad, en un operativo coordinado con Seguridad Ciudadana, Dirección de Tránsito y la Policía de la Provincia, el viernes, y sobre todo el sábado por la noche se llevó a cabo un fuerte operativo de prevención en puntos neurálgicos de la ciudad.
Una reunión convocada por el Vice intendente a cargo del Ejecutivo, Juan Manuel Saieg congregó en su despacho a los altos mandos de la Departamental, a Daniel Villar –a cargo de Seguridad Ciudadana- y a los jefes de inspectores municipales. La premisa fue clara: comenzar a tomar el toro por las astas en el tema de los descontroles que existen por la noche.
“Nadie quiere impedir nada que esté dentro de lo legal y que no vulnere derechos de los demás. Los que tienen que preocuparse son aquellos que no hacen las cosas como deben. No hay problemas en juntarse con amigos y pasar un rato agradable por la noche en el Parque del Sierras. Pero si a eso le suman motos con escape libre, o picadas con autos que circulan a una velocidad prohibida por donde no deben, es donde entraremos a tallar”, dijo Saieg.
La noche, en vivo y en directo
El sábado por la noche estaba ideal para salir. De hecho, muchísimos jóvenes lo hicieron. Y los controles preventivos se multiplicaron. Los hubo en el Parque del Sierras Hotel, en el García Lorca, en Av. Sarmiento, en Bv. Pellegrini, también en la Avenida del Libertador y en calle Dalinger. Puestos móviles de Seguridad Ciudadana, de la Dirección de Tránsito y de la policía.
Los muchos que sólo querían divertirse, pudieron hacerlo. Aquellos que estaban en infracción, lo sufrieron. “Estamos controlando que los escapes no estén libres, que quienes circulen tengan carnet de conducir, tarjeta verde y usen cascos (si van en moto). O sea, nada fuera de la lógica”, contaba Daniel Villar mientras monitoreaba en su celular la ubicación y la actividad de los cuatro móviles de Seguridad Ciudadana que transitaban por la ciudad.
Con ojos de periodista
Recorrimos la noche de sábado. Vimos de todo. Personas tranquilas, y de las otras; motociclistas en regla, y los que no. Algún que otro violento a la hora de acatar las órdenes, y los que huían –incluso a contramano- cuando se percataban que estaba el control en determinada esquina.
La noche está plagada de irresponsabilidad. Motociclistas sin casco; automovilistas sin papeles de su vehículo. Escapes preparados que truenan ex profeso al escapar del control municipal, como burlándose. Boliches con capacidad desbordada hasta el apretujón. Hasta improvisadas playas de estacionamiento como la existente en el playón de la Shell del Alto. “Estoy cansado de pelear con los muchachos, decirles que no pueden estacionar acá, por normas de seguridad, porque bloquean uno de los accesos, pero no te hacen caso. Les decís las cosas, no te dan bolilla y encima te putean y te dejan la moto donde quieren”, se quejaba el encargado nocturno de la estación de servicio.
La del sábado pintaba para otra noche de descontrol, como las que los mismos vecinos se han cansado de relatar y denunciar en las redes sociales y en Vecino Digital. Los controles preventivos terminaron llevándose una decena de motos, un auto, y poco más. Lo más valioso que se llevaron como trofeo fue que la noche, a diferencia de otras, terminó más tranquila, sin escándalos en las calles ni vecinos alterados por el tronar de motos y gritos de gente descontrolada. Por supuesto, no todo fue una panacea ni la ciudad fue un paraíso; difícil será la tarea de terminar con los malos hábitos de convivencia de quienes no entienden de ella desde hace mucho tiempo. La labor, sin dudas, será larga y complicada.
La importancia de la continuidad
Este operativo conjunto que tuvo lugar este fin de semana fue positivo en cuanto a prevención y a resultados. Que una treintena de personas estén trabajando coordinadamente, que a ellos se les sume la presencia policial, y que además en el operativo estén presentes el Vice Intendente y el titular de Seguridad Ciudadana desde el principio hasta el fin, no es poca cosa. Lo que uno entiende es que esto debe repetirse, deber ser una constante. Que no alcanza con hacerlo un fin de semana si luego todos nos olvidamos hasta que el agua nos vuelva a llegar al cuello.
“De una vez por todas tenemos que profundizar los controles preventivos, y que sea una constante. Hacer ver que se puede disfrutar de la noche, pero en orden y sin vulnerar derechos de los demás”, subraya el Vice Intendente.
La continuidad en los operativos aparece como fundamental para reencauzar una situación que por momentos parece haberse ido de las manos. “Tenemos que estar, tenemos que marcar presencia siempre, no cortar con esto. Si lo logramos, vamos a ganar aunque sea por cansancio”, agrega el titular de Seguridad Ciudadana, Daniel Villar.
Algunas conclusiones
Lejos está en nuestra tarea de periodistas ejercer un poder de policía. Sí, como vecinos que somos, nuestro interés es que haya convivencia y respeto; por las normas, por las leyes y por los demás. Y para que ese respeto exista, será tarea de todos (gobernantes y gobernados) cumplir con nuestro rol.
Eran casi las 6 de la mañana, el parque del Sierras estaba repleto de chicas y chicos, algunos incluso, tomando bebidas alcohólicas, otros escuchando música, otros simplemente charlando o buscando un lugar oscuro e íntimo, pero en todos los casos sin molestar a nadie.
Ah… y hasta donde pudimos observar, hubo controles, hubo prevención, y la noche siguió viviendo…
