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Italia: Un barco lleva 15 días a la deriva con 42 inmigrantes a bordo

El barco de la ONG alemana Sea Watch ingresó el miércoles a aguas del territorio italiano para desembarcar a 42 migrantes rescatados hace dos semanas en el Mediterráneo, haciendo oídos sordos a la prohibición del ministro del Interior, Matteo Salvini.

La capitana de la embarcación, Carola Rackete, dijo que el barco fue «abordado por agentes que han impedido que atraque en el puerto». La responsable de la nave podría enfrentarse a una pena de 15 años de prisión por transgredir las pautas dadas por las Fuerzas Armadas italianas.

Rackete explicó que los agentes supervisaron los pasaportes de la tripulación y se encuentran a la espera de recibir instrucciones de sus superiores. «Espero de verdad que bajen a los migrantes cuanto antes», dijo la capitana, según el diario internacional Repubblica.

«He decidido entrar en el puerto de Lampedusa (isla del sur). Sé a qué me arriesgo, pero con 42 náufragos a bordo estamos al límite. Les pondré a salvo», adelantó Rackete en las redes sociales.

La voz de alarma fue dada por una patrulla de las Fuerzas Armadas cuando la embarcación entró en aguas italianas, luego de 14 días en el Mediterráneo a la espera de autorización para poder desembarcar.

Horas antes, Matteo Salvini, ministro del Interior italiano, había recalcado que ninguno de los migrantes a bordo del barco podría desembarcar en Italia a menos que otros países de la Unión Europea se comprometan a aceptarlos.

«No desembarca nadie, a menos que alguien se haga cargo inmediatamente de quienes desembarcan» para hacerlos llegar a Países Bajos, Alemania o Bruselas, señaló el Ministro, donde manifestó su molestia ante la decisión de la ONG de entrar a territorio italiano.

Ante la situación de la capitana del barco, Salvini declaró “pagará las consecuencias» y deberá responder ante la legislación italiana, que contempla la detención de los comandantes de los barcos de rescate de ONG que lleven a migrantes a puertos italianos. «Si alguien infringe la ley pagará las consecuencias hasta el final» ratificó el funcionario italiano.

«Italia no está dispuesta a ser puerta de entrada» para personas que, según él, «no tienen ningún derecho de entrar» y mucho menos a que sean las ONG quienes dicten quiénes llegan al país. De tal modo, acusó a los miembros de Sea-Watch de actuar «fuera de la ley» con fines políticos, «aprovechándose» de los migrantes a los que, según él, han mantenido «secuestrados».

Judith Sunderland, directora de la ONG Human Rights Watch indicó “Es el momento de las instituciones europeas y los miembros de la UE hagan frente a su responsabilidad frente a una política descorazonadora que prefiere ver a gente morir en el mar o torturada en Libia en vez de darles seguridad en Europa»

«Es un mundo al revés si la capitana de un barco que lleva a la gente a la seguridad infringe unas leyes que son injustas y corre el peligro de ser multada», manifestó Sunderland y finalizó: «Deben prevalecer los derechos fundamentales y la compasión por los que huyen del peligro«.

 

 

Fuente: El Mundo

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