Las declaraciones públicas del Vice intendente Juan Saieg acerca de determinar los sueldos y dietas de funcionarios y concejales a su dedicación en la función pública, tuvo repercusiones tanto en los vecinos como en miembros del ejecutivo municipal.
«Lo que busca esta idea es llevar adelante una política de gobierno que establezca un sistema de organización dentro del ámbito municipal; y en esa organización, aquellos funcionarios que tengan alguna actividad particular paralela a su función pública, cobren el 50% menos de sueldo o dieta», expresó el lunes pasado Saieg, para luego pasar a fundamentar su postura.
Esta idea, que tiene posibilidad de transformarse en proyecto de ordenanza tuvo rebote en la sociedad. A tenor de lo expresado por los vecinos en las distintas redes sociales, la idea fue bien acogida por la gente, que en estos tiempos está al aguardo de políticas que favorezcan la acción del gobierno para solucionar los problemas de una ciudad o un país.
Pero también tuvo repercusiones entre los integrantes de la planta política municipal. Roberto Urreta, Secretario General se encargó de dar a conocer un proyecto de ordenanza de su autoría, en el cual propondría, entre otras cuestiones, que se hagan reformas a la Carta Orgánica Municipal y que se incluya un artículo donde se exprese que el Viceintendente y los concejales deban ejercer sus cargos ad honorem.
Ante esta posición de Urreta, Juan Saieg redobló su apuesta desde un concepto de neto corte político: «considero que la propuesta de Urreta es una propuesta pensada para personas que tienen dinero, que tienen una situación económica acomodada y que además, quieren ocuparse de la función pública. Hacer algo así sería retroceder en lo que hace a la representatividad popular en la función pública. Hacer eso sería dejar afuera de la posibilidad de participación en una gestión a amplios sectores que tienen mucho por aportarle a una ciudad, y que además tienen que llevar sustento a sus hogares. Desde el pensamiento político del Justicialismo siempre hemos luchado para que los sectores más postergados o menos visibilizados tengan su representación en un gobierno. El país avanzó mucho en la representatividad de estos sectores, y hoy es algo que no admite discusiones».
Por otra parte, Juan Saieg agregó que «no obstante, en su propuesta sí hay otros temas dignos de analizarse como el de la edad para elegir, o la ampliación de los períodos de sesiones ordinarias. Veo positivo que se abra un debate respecto a esos temas, y si es necesario, hacerlo a través de una asamblea legislativa que reforme nuestra Carta Orgánica».
