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Crónicas al Voleo

La pandilla que pacificó Nueva York

La pandilla que pacificó Nueva York

Por Germán Tinti

 

Las pandillas callejeras son parte de la historia de Nueva York. Se remontan a mediados del siglo XIX y han sido reflejadas por el cine tantas veces que para muchos sus nombres y principales personajes se ubican en el borroso y ambiguo límite que media entre la realidad  y la fantasía. La película “Pandillas de Nueva York” de Martin Scorcese, basada en la novela de Herbert Asbury, cita a pandillas reales, integradas por tipos a los que se le cambió un poco el nombre. Tanto el libro como la película describen a los Bowery Boys, Plug Uglies, True Blue Americans, Shirt Tails y Dead Rabbits. También a William Poole, la inspiración para William «Bill the Butcher» Cutting, un miembro de los Bowery Boys, boxeador a puño limpio y líder del movimiento político Know Nothing. Ambos Bills, el real y el ficticio, tenían carnicerías, pero no se conoce que Poole haya matado a nadie. También aparecen otros gangsters famosos de esa época como Red Rocks Farrell, Slobbery Jim y Hell-Cat Maggie, quien limaba sus dientes delanteros y usaba uñas de metal, interpretada por Cara Seymour en la película.

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William Poole, lo que es igual:  William «Bill the Butcher» Cutting, un miembro de los Bowery Boys

En su Historia Universal de la Infamia, Jorge Luis Borges le dedica un capítulo a uno de los personajes más destacados del submundo de las bandas callejeras: “El proveedor de iniquidades Monk Eastman”. Allí se refiere a “una raquítica Nueva York de tres pisos” y cita a los “Ángeles del Pantano (Swamp Angels) que merodeaban entre laberintos de cloacas, (…) los Daybreak Boys (Muchachos del Alba) que reclutaban asesinos precoces de diez y once años, gigantes solitarios y descarados como los Galerudos Fieros (Plug Uglies) que procuraban la inverosímil risa del prójimo con un firme sombrero de copa lleno de lana y los vastos faldones de la camisa ondeados por el viento del arrabal, pero con un garrote en la diestra y un pistolón profundo; bandas de forajidos como los Conejos Muertos (Dead Rabbits) que entraban en batalla bajo la enseña de un conejo muerto en un palo; hombres como Johnny Dolan el Dandy, famoso por el rulo aceitado sobre la frente, por los bastones con cabeza de mono y por el fino aparatito de cobre que solía calzarse en el pulgar para vaciar los ojos del adversario; (…) Kit Burns, capaz de decapitar de un solo mordisco una rata viva; (…) Blind Danny Lyons, muchacho rubio de ojos muertos inmensos, rufián de tres rameras que circulaban con orgullo por él”.

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Los Midnight Bachelors, una de las tantas pandillas que asolaban los barrios de la Gran Manzana.

A través de las décadas los nombres de las bandas fue cambiando, como lo hicieron sus miembros y sus características. Se mantuvo la identificación con el origen de sus integrantes, en general inmigrantes o descendientes de ellos. Así, las colectividades más numerosas de Nueva York tuvieron su reflejo pandillero.

En ese contexto se formó y desarrolló en el Bronx, uno de los sitios más peligrosos del mundo a principios de la década de 1970, una agrupación conformada por puertorriqueños: los Ghetto Brothers. Fundada por Benjamín “Yellow Benjy” Meléndez, los “Hermanos” convocaron a un gran número de seguidores en el Bronx y en otros barrios de Nueva York habitados por  latinos. Sin embargo, rápidamente los Ghetto Brothers se diferenciaron del resto de las bandas callejeras de “La Gran Manzana”, sus miembros se propusieron hacer cosas por la comunidad. Influenciado por algunos dirigentes de los Black Panthers, dejaron las drogas, limpiaron el barrio y comenzaron una serie de iniciativas orientadas a los jóvenes. Convencidos que matándose entre pandilleros no conseguirían nada, proponían soluciones concertadas a las diferencias entre bandas. Eso era lo que intentaba hacer Cornell «Black Benjy» Benjamin, uno de los principales lugartenientes de Meléndez: mediar entre dos bandas rivales; pero –como dice la canción–  siempre hay detalles que se escapan del libreto (…), algún gatillo que se apura por hablar.

La pandilla que pacificó Nueva York
Los Ghetto Brothers, la pandilla que cambió la historiaa principios de los 70.

En otro contexto la muerte de Black Benjy hubiera desencadenado una guerra urbana. Pero los Ghetto Brothers, tal como se dijo, no era una pandilla común. Benjamín Meléndez hizo una movida inesperada y convocó a una reunión entre las más importantes bandas de la ciudad.

El 8 de diciembre de 1971, en el gimnasio cubierto del 1665 de la Avenida Hoe se reunieron los líderes de 40 bandas llegadas de todos los sectores de Nueva York. En ese pequeño recinto estaba la flor y la nata de la violencia callejera que gobernaba la ciudad. Además de los anfitriones, los Ghetto Brothers, estaban los Black Pearls, los Savage Skulls, The Turbans, Young Sinners, Royal Javelins, Dutchmen, Magnificent Seven, Dirty Dozens, Liberated Panthers, Black Spades, Seven Immortals, Latin Spades y los Peacemakers, entre otras tantas.

La pandilla que pacificó Nueva York
Diciembre del 71. Histórica reunión de la Avenida Hoe con los líderes de las 40 pandillas de la ciudad.

“Me senté e intenté dialogar con las otras pandillas, les llamé a todos para que vinieran”, señala Meléndez en Rubble Kings, documental que cuenta la historia de la pandilla. “Les decía que no tenía sentido todo esto. Que era nosotros contra el gobierno, no yo contra ti. Tú no me haces daño, no eres tú. No tengo que luchar contra ti, tú no eres el problema. Les decía que se lo tomaran con calma y me decían que alguien había entrado en su barrio con los emblemas de otra pandilla… ¿Por los emblemas? ¿Por eso nos matamos?”, concluye.

La ciudad no se convirtió –todavía؎ en el paraíso turístico que es hoy. Siguió habiendo delitos, peleas y asesinatos. Pero durante una década se acabaron las guerras de pandillas, los límites territoriales y los uniformes con insignias. Los chicos neoyorquinos, por primera vez en décadas, podían caminar por la ciudad, ir a otros barrios, charlar con otras chicas. Las peleas se sustituyeron por fiestas y conciertos, por duelos de baile, por batallas de gallos abonando el terreno para el nacimiento del hip hop. Los Ghetto Brothers representaban asimismo una novedad en su forma de relacionarse con las mujeres involucradas con la pandilla. Pues al contrario de las demás pandillas del área, las mujeres contaban con su propia denominación «Ghetto Sisters», y eran tratadas como miembros de la pandilla y no como propiedad sexual, como lo hacían las demás pandillas de Nueva York y la costa oeste.

El advenimiento del crac como droga de fácil acceso terminó con diez años de paz. Los años 80 significaron el final del armisticio de Hoe Avenue y el regreso de la violencia callejera a la Gran Manzana. Una década más debería pasar para que “la ciudad que nunca duerme” encontrara una vez más la paz en sus calles.

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