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Luego de 10 años, se conoció el fallo en el caso del niño atropellado por el camión regador

Casi diez años duró la instancia judicial hasta que esta mañana, la Cámara IX del crimen dictara la sentencia sobre el desgraciado caso de Mateo, el pibe de 8 años que fuera atropellado y muriera bajo las ruedas de un camión regador de la Municipalidad.

El hecho, sucedido el 16 de agosto de 2008 tuvo como protagonista al empleado municipal Carlos Alberto Narváez, quien fue condenado por la Cámara a dos años de prisión condicional y cinco de inhabilitación para condicir vehículos. Las circunstancias tuvieron como escenario la cancha de Banfield en Villa Oviedo, en momentos en que Narváez manejaba un viejo camión municipal, regando el campo de juego.

Fue cuando Mateo, de tan solo 8 años, que estaba jugando junto a otros niños junto al camión, se resbaló y cayó del pescante del lado del acompañante, donde estaba trepado. El trabajador no advirtió el hecho, y sucedió lo peor.

Hoy, diez años después, hay sentencia. Un fallo que condena al empleado municipal penalmente, y que involucra a la Municipalidad en lo Civil, a pagar $ 1.065.900 a los padres de la criatura fallecida.

Seguramente quedarán para instancias de apelación cabos sueltos que este juicio no terminó de anudar. Como saber quién autorizó a que un camión que no reunía ni las más mínimas condiciones para circular (pocos días antes había sido secuestrado por la Caminera), saliera a la calle y realizara el trabajo; ¿quién dio la orden a Narváez para que hiciera el trabajo en cancha de Banfield? Su superior directo alegó que «recibió órdenes». ¿De quién? Hasta allí llegó su memoria, ya que dijo no recordar quién se las había dado.

Si no existió pedido formal por parte del Club Banfield solicitando el camión, ¿cómo fue que llegó la orden para que el vehículo fuera a la cancha? Por otra parte, es evidente que en el momento que estaba circulando, nadie se preocupó por despejar de gente la cancha, a modo de prevención y seguridad. «En instancias de apelación, vamos a buscar que se investigue la responsabilidad de funcionarios y empleados en aquellos momentos. Alguien dio la orden que circulara un camión que no tenía ni gomas en condiciones para circular. Alguien lo autorizó. Alguien miró para otro lado cuando debía resguardar la seguridad de los niños mientras el camión hacía su trabajo en la cancha», comentó el Dr. Daniel Villar, Asesor Letrado de la Municipalidad luego de conocido el fallo.

Por su parte, la Dra. Silvia Osaba, representante legal de Narváez, también dijo lo suyo: «pedí la absolución porque lo que sucedió fue un desgraciado accidente, pero accidente al fin. Hubo autocolocación de la víctima en riesgo. Nunca debimos llegar a esta instancia, reflotando viejos dolores tanto para mi defendido como para la familia del menor».

La pericia -pieza fundamental a la hora de la decisión de la Cámara- determinó, entre otros puntos que «el camión tiene un excesivo juego libre del volante de dirección. El freno de manos no funciona y la mayoría de los neumáticos están en muy malas condiciones».

Quedará para una superior instancia judicial, o para el análisis de conciencia de cada uno de los funcionarios de aquel momento (intendencia de Mario Bonfigli, con Leandro Morer como Secretario General), y hasta de las propias autoridades del Club Banfield, saber hasta qué punto han sido o no los responsables directos o indirectos de este hecho conmocionante que le costó la vida al pequeño Mateo.

Sus padres, recibirán un resarcimiento económico de un millón de pesos, algo que seguramente no hará menguar el dolor de la pérdida y de «haberse sentido desamparados en todo momento y circunstancia», ya que las autoridades municipales de aquel momento ni siquiera se les acercaron para darles las condolencias ni para ofrecer su ayuda solidaria, de acuerdo a lo expresado por ellos mismos durante el juicio.

nakasone