Finalmente, los reclamos de los vecinos de Villa Oviedo (algunos movidos por un hondo sentimiento de pertenencia al barrio y sus símbolos, y otros movilizados detrás de una cuestión política partidaria), tuvieron su eco, y la calle Cervantes seguirá manteniendo su nomenclatura.
Así lo dio a conocer la concejal Daniela Ferrari (gestora del proyecto original) en una conferencia de prensa donde no dejó de ocultar su emoción, cuando por momentos con el ánimo quebrado y en llanto, dio a conocer el proyecto de ordenanza derogando lo aprobado días atrás.
Desde lo político, la concejal no dejó de mencionar que la decisión fue utilizada por otros sectores para «manosear» la figura y la historia de su padre, destacando que «desde que fue aprobada la ordenanza el nombre de mi padre, mi familia y me persona fuimos agredidos con maldad».
Por otra parte, la edil recordó que el peronismo de Alta Gracia nunca utilizó políticamente asuntos como éstos, haciendo hincapié en que «nunca el Peronismo se opuso, por ejemplo, a que la calle Córdoba se llame Concejal Alonso, que a la Méjico se le pusiera el nombre de Alfonsín o que a que se renombrara como Reinaldo Luppi la calle Garzón», haciendo referencia a cambios de nomenclatura que se dieron durante intendencias radicales.
Las otras voces
Afuera del recinto legislativo, Viviana Míguez junto a un par de miembros del Centro Vecinal de Villa Oviedo, acompañadas por Iván Vizne (referente local del Partido FE, que claramente apoyó el reclamo de este grupo de vecinos), aguardaron conocer qué se había dicho en la conferencia de prensa.
«Somos Villa Oviedo y seguiremos siéndolo», dijo Míguez. «Esta es una lucha de todo el barrio y no teníamos pensado dejar pasar este tema», agregó.
Por otra parte, quedó en suspenso, hasta conocer que se aprueba la ordenanza de derogación, la medida que tenían prevista de cortar la calle Cervantes como modo de protesta.
