La crisis institucional que estalló en el seno del Concejo Deliberante, pero que involucra políticamente a todo el gobierno de la ciudad se profundizó hoy al mediodía cuando los concejales decidieron concluir la sesión que estaba en cuarto intermedio, con la sola presencia de los ediles que el miércoles votaran la salida momentánea del vice intendente y Presidente del Concejo, Juan Manuel Saieg, del Secretario Legislativo, Javier Almada y de la presidente provisoria del Concejo Daniel Ferrari.
Hoy, estas tres personas no habrían sido siquiera avisadas de la continuidad de la sesión del miércoles.
El último de los capítulos de esta novela la protagonizó la secretaria de la Fiscalía Nº2, quien se hizo presente en el Concejo Deliberante solicitando información acerca de la sesión que hacía minutos había finalizado.
Esto, a raíz de una denuncia presentada por la concejal Daniela Ferari por presunta «usurpación de cargos» en contra de quienes ocuparon los lugares de las que consideran mal suspendidas autoridades del Concejo.
La ordenanza por la que tan urgidos se mostraron algunos concejales está elevada al Ejecutivo. En el camino quedaron los escombros de un poder legislativo local que transita hoy por su peor momento institucional, con autoridades suspendidas (o apartadas) sin que nadie diga concretamente en qué artículo de la Carta Orgánica se fundamentan dichas sanciones.
En el fondo de la escena, emerge triunfante la sombra de las internas partidarias que definitiva y deliberadamente pegaron el zarpazo sobre la vida institucional de la ciudad.
