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Taxistas: un conflicto lleno de verdades a medias

Taxistas: un conflicto lleno de verdades a medias

El conflicto entre los taxistas de nuestra ciudad parece muy difícil de solucionar. Situaciones que llegaron casi al límite, intolerancia y denuncias se entremezclan con la inacción a la hora del control y con una ordenanza que da la impresión que de aplicarse en toda su letra, no dejaría a muy pocos trabajando con el auto en la calle.

En la sesión de hoy, un grupo de permisionarios de taxis se apersonó en la sala de sesiones y presentó una nota haciendo saber su disconformidad con lo expuesto siete días atrás en el Concejo, acerca de que «las paradas son libres para todos los taxistas».

Habiendo escuchado a ambas partes (la semana pasada expuso su caso Quinteros y hoy hablaron Pereyra y Dall´ Orso), poco es lo que queda en claro, de no ser que a todas luces subyace entre ellos un conflicto interno no resuelto y que ambos terminan llevando el tema al terreno de lo legal y normativo.

Taxistas: un conflicto lleno de verdades a medias
Miguel Quinteros la semana pasada había denunciado amenazas e impedimento para trabajar.

Los taxistas presentes hoy hicieron una interpretación de la ordenanza, lanzaron duras acusaciones acerca de la adjudicación de licencias, de que la Municipalidad no asigna los turnos que indica la ordenanza y repitieron que tienen «derechos adquiridos» para estar ellos -y no otros- trabajando en determinadas paradas.

Uno de los ediles, tal vez en su frase más acertada resumió la situación cuando dijo que «acá pareciera ser que yo me quejo de las ventajas que tiene el otro, pero no me fijo en que yo también tengo ventajas».

Taxistas: un conflicto lleno de verdades a medias
Eduardo Pereyra hoy fue uno de los que argumentaron tener «derecho adquirido» para utilizar las paradas.

¿Hay gente que tiene dos chapas? Es cierto. Tanto como que esas dos chapas fueron adjudicadas antes de la ordenanza que lo prohíbe. ¿El Municipio no asigna turnos en las paradas? Si, verdad. Tanto como que en su momento los mismos taxistas pidieron que no los hubiera porque a algunos les iba a tocar turnos de casi nulo trabajo. ¿Hay chapa 51 cuando las normas dicen que sólo deben haber 50? Si, pero es producto de una sentencia judicial que el estado municipal debió cumplir de forma obligatoria. ¿Existen quienes estarían coartando la libertad de trabajo? Tal vez, pero también hubo un problema interno que justifica algunas reacciones. ¿Todos son permisionarios y tienen derecho a trabajar? Por supuesto, aunque si vamos a la ordenanza, al auto lo debe manejar el propio permisionario, y no otra persona.

En el fondo, tal vez haya una ordenanza que no termine de contemplar en la práctica la realidad del día a día de los taxistas. Tal vez los ediles tengan que trabajar en adecuarla -si así fuera- a lo que demanda la actualidad. Pero en el «mientras tanto», debiera obrar el criterio para destrabar la situación.

Taxistas: un conflicto lleno de verdades a medias
Denis Dall´Orso también argumentó que hay irregularidades en el tema taxis en Alta Gracia.

Desde afuera, como simples observadores, nos cuesta creer que una de las partes es una «pobre víctima de las circunstancias» o que la otra es una «corporación organizada». Pero por ahora la solución no aparece, más allá de buenas intenciones mediadoras.

Sería bueno que todos -las dos partes en conflicto- repasen artículo por artículo la ordenanza. Por ahí se terminan dando cuenta que celar la posición del otro termina siendo como tirar un tiro al aire, con el peligro de salir heridos ellos mismos.

nakasone