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Veganismo y vegetarianismo: tendencias que aumentan

Veganismo y vegetarianismo, dos tendencias que aumentan

La alimentación libre de productos de carne es una tendencia que aumenta en la sociedad. Es por esto que entrevistamos a Albertina Cresta, Licenciada en Nutrición, con el fin de entender de qué se tratan estas formas de consumo: el vegetarianismo y el veganismo

En 1847, nació la primera sociedad vegetariana en el Reino Unido. Algunos años más tarde, más precisamente en 1944 se fundó Vegan Society; la primera organización benéfica con el fin de agrupar -en primera instancia- a los ovolactovegetarianos. Posterior a esto, ambas formas de vida fueron propagándose por el mundo. En la actualidad, nuestro país posee un total estimativo de 4.005.000 personas orientadas al veganismo y/o vegetarianismo. Es decir, el 9% del total de la población argentina.

Resultados obtenidos en base a una encuesta realizada en junio/julio del 2019 por la Unión Vegana nacional.

Veganismo y vegetarianismo: ¿cuál es la diferencia?

Si bien la diferencia está en el conocimiento común de la sociedad, consultamos con la Licenciada en Nutrición Albertina Cresta, para conocer más en profundidad sobre el tema.

«Mucha gente confunde ambos conceptos. El vegetariano es la persona que ha decidido no consumir productos de origen animal, carnes, leches, huevos. Dentro de ella , hay diferentes opciones, ovovegetarianos, lactovegetarianos, o lactoovovegetariano, dependiendo si decide consumir lácteos y derivados. Los veganos, no solo optan por no consumir productos de origen animal ni sus derivados, sino también optan por no comprar productos donde hubo por ejemplo pruebas o testeos sobre animales, por ello utilizan productos de limpieza, cosméticos, y ropa, libres de maltrato animal. El vegano es una persona que en general, lo moviliza el amor y afecto a todos los animales y seres vivos, es una decisión de vida»

comparte la profesional de la salud.

Socialmente, existen algunos mitos acerca de estas formas de alimentación(veganismo/vegetarianismo) que se asemejan en un punto importante que es el no consumo de animales. Algunos de ellos, rondan en la estigmatización de estas personas que han elegido una diferente forma no sólo de comer sino de vivir.

Derribando mitos

Alguna de las creencias que rondan el veganismo y el vegetarianismo es el riesgo a debilitar la salud. Pero Cresta nos comentaba al respecto que muchos de ellos son mitos, aunque: «Existen riesgos, si no llevo un control, una guía sobre mi forma de alimentarme». Y agregaba que: «Al sacar de la dieta diaria alimentos que contienen sobretodo proteínas de alto valor biológico, vit B12, hierro, y grasas , puede haber carencias de las mismas. Por lo tanto, consecuencias negativas para el cuerpo. Al tomar la decisión de seguir alguna de estas alternativas de vida, debo acompañarme con la mirada profesional, que armonice mi plan nutricional, debo ser consciente y asesorarme, no es solo dejar las carnes…»

Mientras que, finalizó recomendando que «Existen proteínas y grasas de origen vegetal, que pueden cubrir las necesidades biológicas, pero no son de la misma calidad nutricional que las de origen animal. Por ello, debo conocer como consumirlas, como distribuirlas, como combinarlas»

En primera persona

Catalina Lastra es una joven de la ciudad que decidió -hace algunos años – cambiar su alimentación. Desde fines de 2016, decidió que la carne no estaría más en sus comidas diarias.

¿Por qué decidiste cambiar tu alimentación?

Vi varios documentales. El que más me marcó en su momento y que me hizo dar el paso fue «Food choices», que en español significa Elecciones Alimentarias. El film habla de lo que le hace el consumo de una dieta «tradicional» al cuerpo, y del impacto ambiental que tiene la industria cárnica, de huevos y lácteos.
Yo entré por ese lado. Al principio estaba más preocupada por las cuestiones ambientales que por la compasión con los animales. Luego me fui informando mejor, pero nunca necesité ver cómo mataban a una vaca, por ejemplo, para saber que eso ya estaba mal.
Al docu lo vi a fines de 2016, justo después de Navidad y desde ahí dejé todo tipo de carnes. O sea que seguía una dieta vegetariana. En Enero del 2017 me enteré que un amigo estaba en el mismo proceso de dejar los lácteos y huevos, y juntos nos ayudamos para dar ese paso y hacernos veganos.

¿Cómo fue el proceso de pasar del vegetarianismo al veganismo? ¿Sentiste en algún momento que a tu cuerpo le costaba adaptarse a esta alimentación?

Mi dieta ya estaba basada en productos de origen vegetal y muy ocasionalmente consumía algún tipo de carne. Es decir que, desde la perspectiva alimentaria no me costó para nada. Al principio leía muchas etiquetas o intentaba cocinar reemplazos de la carne, después te vas acostumbrando a qué es vegano y qué no y cuáles son las recetas que más te gustan.

Lo que más me costó fue el lado social. Comenzar a llevar mi Tupper, mi vianda o mi chori vegano afuera. Y saber, también, que en muchos restaurantes sólo iba a poder comer papas fritas o ensalada. Por suerte eso está cambiando ahora y son cada vez más los lugares que tienen una oferta alimentaria inclusiva.

Del lado que si se me complicó un poco es el de la salud, al principio sentía mucho cansancio. Yo no me había informado bien ni había consultado a una nutricionista y no sabía que sí o sí te tenés que suplementar con Vitamina B12. Por suerte pude encontrar una profesional dedicada a la alimentación vegana que me explicó que el cuerpo necesita esta vitamina para funcionar en óptimas condiciones, pero no la producimos de forma natural y sólo se obtiene a través de la ingesta de alimentos de origen animal, principalmente las carnes. Por lo que quienes llevan una dieta vegana o vegetariana se deben suplementar con el sintetizado químicamente, de origen vegetal.
Una vez que accedí a la vitamina ya todo volvió a la normalidad y la verdad que me hago controles todos los años y siempre me dan bien.

nakasone