La provincia de Córdoba es precursora en los juicios con jurados populares. A 13 años de la aplicación de este sistema, la evaluación de los letrados se divide entre positiva y negativa por un único motivo: la subjetividad que puede atravesar la decisión de los jurados.
El primer juicio con esta modalidad se realizó en la ciudad de San Francisco, en agosto de 2005, para juzgar un homicidio. Donde cinco de los ocho jurados populares sostuvieron que el acusado era culpable. Desde entonces se sumaron 550 sentencias avaladas por jurados.
¿Qué son los juicios por jurado? La idea detrás de los jurados es que una persona sea juzgada por sus pares. En lugar de ser juzgada por jueces profesionales, que son en su gran mayoría hombres de clase media alta, los evalúa un grupo de personas-que en general incluye igual cantidad de hombres y mujeres- con distintas trayectorias y sensibilidades.
¿Cómo se elige el jurado? El jurado está conformado por ocho ciudadanos comunes junto con dos jueces profesionales, que acompañan el proceso y la deliberación. En este caso, se selecciona a 24 ciudadanos y queda constituido por los primeros ocho que acepten el cargo. En todos los casos los miembros sorteados pueden excusarse en ciertos casos, como por ejemplo, problemas de salud.
¿Qué hace el jurado? En términos generales lo que determina el jurado es si existió el delito y la culpabilidad de la persona. La pena es luego establecida por el juez, que está presente durante todo el proceso y los guía, explicándoles su rol y manteniendo el orden y disciplina de las partes durante el proceso.
¿Cuándo se hacen juicios por jurado? En Córdoba el jurado popular es obligatorio en los casos de “los delitos económicos, los hechos de corrupción y los ‘crímenes aberrantes’”, como violaciones seguidas de homicidio.
Requisitos para ser jurado
- Ser argentino nativo o naturalizado con no menos de cinco años de ciudadanía.
- Tener una residencia permanente no inferior a cuatro años en el territorio provincial y de dos años en el territorio de la jurisdicción del tribunal colegiado competente.
- Tener entre 18 y 75 años de edad.
- Comprender el idioma nacional, saber leer y escribir.
- Contar con el pleno ejercicio de los derechos políticos.
No pueden integrar el rol de jurados populares aquellas personas que desempeñen cargos públicos en el Estado Nacional, Provincial o Municipal. También se encuentran inhabilitados los abogados, escribanos, los condenados por delito doloso, los imputados que se encuentren sometidos a proceso penal en trámite, los ministros de un culto religioso y las autoridades directivas de los partidos políticos. Tampoco podrán los funcionarios o empleados del Poder Judicial Nacional o Provincial, integrantes en servicio activo o retirado de las fuerzas de seguridad, del Servicio Penitenciario.
Dentro del Sistema Judicial cordobés un mismo ciudadano puede salir sorteado una vez al año para participar de un jurado popular: la primera es obligatoria, la siguiente es opcional.
A Sergio Sanglerman lo eligieron dos veces, el total que le permite la regulación porque debido a que la cantidad de juicios superó a los ciudadanos que habían sido sorteados para ese período, algo posible pero poco habitual.
“La primera vez me notificaron mediante un telegrama que mandaron desde Tribunales, en donde me informaron que estaba convocado para presentarme como jurado popular. Yo no tenía mucha idea de que se trataba, pero acepté”.
Sanglerman es director técnico de un equipo de básquet y le tocó integrar el jurado en dos casos que tocan las fibras más sensibles de la comunidad de Alta Gracia.
En 2018 fue uno de los ciudadanos que condenó a 11 años de cárcel a la mujer que había matado a su bebé recién nacido. El hecho ocurrió a mediados de 2016 en el Barrio General Bustos.
“Todos tenemos un preconcepto sobre distintas situaciones, pero en este caso hay que escuchar que dice cada persona antes de juzgar. Uno se involucra y en cierto aspecto sos un juez. Tenés una responsabilidad porque le estas dando una pena a una chica, mas allá de si es culpable o no. En mi caso, trate de ser lo más justo y correcto posible”.
Mercedes Anabel Saldaño llegó a juicio acusada por “homicidio calificado por el vínculo”, contemplada bajo prisión perpetua. Sin embargo, durante el juicio se consideraron “atenuantes” que llevaron al fiscal a cargo a solicitar una pena de 10 años de prisión. Finalmente fue condenada a 11 años y trasladada a la cárcel de Bouwer, donde permanece hasta la actualidad.
El escalofriante suceso ocurrió el domingo 31 de julio de 2016, cuando Saldaño dio a luz en su vivienda, luego mató a su bebé y lo cortó en varias partes para tirarlo en una bolsa a un baldío al lado de su casa.
Foto: Juicio a Mercedes Anabel Saldaño
El segundo juicio en el que participó, el cordobés tomó el rol no solo de jurado sino de presidente de jurados, en donde fue el encargado de organizar el grupo de personas que auspiciarían en tal papel.
El juicio terminó el 26 de abril y el jurado popular condenó a perpetua al albañil Héctor Abel Gómez de 26 años por el femicidio de la odontóloga Silvia Maddalena.
«Después de ser jurado, uno se da cuenta que tiene que interiorizarse y escuchar. No es sólo sentido común, escuchás testigos, ves las pruebas, analizás la situación y recién ahí se llega a una decisión«.
La odontóloga fue asesinada el sábado 19 de mayo de 2018 en su consultorio, ubicado en Avenida del Libertador al 1000, donde fue abusada sexualmente y asfixiada. El cadáver fue encontrado por su padre, que concurrió al lugar porque su hija no respondía los llamados telefónicos.
Foto: Juicio a Héctor Abel Gómez, femicida de Silvia Maddalena
«El rol de jurado fue muy atrapante y una experiencia enriquecedora. A mi criterio personal, si fuésemos coherentes al dar nuestra opinión, pienso que el rol de jurado es altamente positivo, porque la decisión final no está ligada solamente a un juez que a veces puede tener determinada influencia. Nosotros, en cambio, somos personas que no estamos involucradas, ni relacionadas con la persona enjuiciada” finaliza Sergio.
Fuente: Chequeado
